El jinete sin cabeza

... cuenta la leyenda que finalizando el siglo 18, un afanado artísta plástico se disponía, en su jamelgo, ir a la peluquería de la ciudad ...
... siempre desconfió de todo lo que ocurrió a su al rededor, pero ese mediodía fue distinto, se entregó fatalmente al instinto de la curiosidad ...
... siempre basó su fundamental vida en dos fraces, “que tanto aspiras, es lo que esperas” ...
... ¡fue horrendo!, aquellas dos peluqueras jugaban con la cabeza recién rasurada y el cuerpo decapitado sobre el taburete, aún mantenía la compostura ...
... ¡Cruel destino!, deambular de vitro en vitro degenerando al público ...
... todos los días se le ve estacionado en diferentes puntos de la ciudad, sin hablar ni moverse, solo esperando que te descuides, para intercambiar tu condición ...

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